El concepto de una cabina inclinable en una carretilla retráctil fue introducido por primera vez por BT a principios de los años 90 y fue lanzado como producto en 1993.
Un proyecto científico clave ilustra las razones detrás del desarrollo del sistema de cabina basculante. Este ‘Proyecto Prodergo ‘ fue una iniciativa conjunta, iniciada en 1996, entre los productos de BT y el Departamento de Ergonomía Industrial de la Universidad de Tecnología de Linköping.
El proyecto estudió la relación entre la productividad y la ergonomía en las carretillas elevadoras. Se centraba en el «sistema conductor – carretilla «, reconociendo que el proceso de trabajo implica al hombre y la máquina trabajando como una unidad, había un particular énfasis centrado en medir el estrés físico ejercido. Otras cuestiones incluían la medición del tiempo para completar una tarea y la «sensación del conductor «, reconociendo el hecho de que una experiencia positiva del conductor dará lugar a un aumento del bienestar, la comodidad y la confianza. Trastornos musculo-esqueléticos también fueron considerados, siendo síntomas de un pobre sistema conductor – carretilla.
Las estadísticas muestran que los trastornos y lesiones musculo – esqueléticas en los conductores de carretillas elevadoras son frecuentes en el cuello, hombros y espalda baja. Los estudios indicaron que, en particular, los conductores están expuestos a cargas del cuello que los ponen en riesgo de desarrollar trastornos de cuello y hombros. Esto es así por el hecho de que el cuello tiene una rotación de 15º durante más del 80% del tiempo de trabajo, y un ángulo mayor de 45º durante el 50% de las veces – debido a la postura adoptada durante la conducción. Hay que añadir a esto el efecto de inclinación hacia atrás pronunciado del cuello durante los apilamientos de más alto nivel, y se traduce en estadísticas que muestran que los conductores de carretillas elevadoras son 2½ veces más propensos a sufrir lesiones de cuello comparado con otras ocupaciones.
Evidentemente hay riesgos financieros involucrados si los carretilleros están potencialmente expuestos a tensiones o lesiones, medido como costo de la enfermedad o, en algunos casos, indemnización. Un carretillero que esté bajo tensión física es probable que sea menos productivo y propenso al error. La consecuencia de esto es un efecto adverso sobre la productividad global y un aumento en el costo de los daños.
Los científicos fueron capaces de medir que, el sistema de cabina inclinable BT, reduce la extensión máxima del cuello en un 20%, y esto como resultado de las pruebas que implican el apilamiento de mercancías a una altura de sólo cuatro y seis metros. Los resultados para operaciones que implican mayores alturas de elevación, serían mucho más significativos, dada la mayor cantidad de tiempo que conlleva observar la elevación y descenso de cargas.
Cabe destacar que la propia percepción de los conductores de un menor esfuerzo fue incluso superior. El proyecto reveló que las calificaciones subjetivas de esfuerzo percibido por los conductores fueron significativamente reducidas por la cabina basculante en un 52%. Esto indica una mejora significativa en las áreas de la productividad, los errores relacionados con el estrés y los potenciales temas de salud.
El beneficio clave de la cabina basculante es que permite al operador ver las puntas de las horquillas cuando están elevadas, cuando en una carretilla retráctil convencional, serían oscurecidas por el mástil, requiriendo que el operador mueva la cabeza con el fin de lograr la misma vista.